lunes, 8 de febrero de 2010

Hombre muere de rabia

Por: William Rodríguez

HAINA, RD.- Severo Encarnación, el hombre que murió de rabia humana fue tratado en cuatro hospitales públicos y en ninguno de ellos se le diagnosticó el mal que se detectó después que al cadáver se le practicará una autopsia.


Ahora los parientes del fenecido están muy preocupados por la cantidad de personas que tuvo contacto con Severo, ya que nadie sabía cual era su enfermedad.


Adriana Encarnación, hermana de la victima, explica que Severo Encarnación de 44 años, fue llevado a Quita Sueño de Haina, donde viven sus padres, el viernes 29 de enero, y de inmediato lo llevaron por emergencia al hospital de Barsequillo, en Haina, donde le pusieron un suero y unas horas después lo refirieron al hospital Padre Billini de la capital.


Sostiene que uno de los médicos del Padre Bellini, le dijo que Severo, “tenía problema de la mente y nos mandaron para el hospital psiquiátrico del 28”.


Explica que el referimiento fue la misma noche del viernes. En el psiquiátrico Padre Billini, los médicos le dieron un calmante y le dijeron que ese caso no se debía tratar allá, sino en el hospital Moscoso Puello de Santo Domingo y de inmediato hicieron el referimiento.


En el Moscoso Puello le aplicaron medicamentos y lo mejoraron enviándolo el sábado a la casa, pero el domingo volvió a agravarse, “tenia una desesperación y decía que le molestaba algo en el cuerpo, pero él conocía y estaba normal y en ninguna parte dijeron que tenía rabia”, sostiene Adriana. Volvieron a llevarlo al hospital Padre Billini de la capital.


Adriana Encarnación agrega que los esfuerzos resultaron en vano porque la madrugada del lunes murió sin saber de que padecía, por lo que de inmediato exigieron que se le practicara una autopsia para determinar qué le paso.


Todos se sorprendieron en la casa cuando el martes por la tarde fueron médicos y enfermeras del hospital de Barsequillo a dar instrucciones de que todos los que estuvieron en contacto con el fenecido debería ir a vacunarse contra la rabia.


De inmediato comenzaron a desfilar por el centro asistencial parientes y allegado del hombre, pero en el hospital se niegan a vacunar a decenas de vecinos que estuvieron en contacto con Severo en la odisea de su familia durante cuatro días visitando varios hospitales, por lo que tienen preocupación y piden a las autoridades cambiar de opinión y autoricen vacunar a todos los posibles afectados.


En el hospital de Haina gran parte del personal desconocía la situación aunque otros se habían enterado por el operativo de vacunación a los parientes de fenecido, pero no saben si ya fueron vacunados los médicos y enfermeras de ese centro y de otros hospitales que tuvieron en contacto con el hombre.


El año pasado en el mismo hospital Barsequillo hubo protesta porque llevaron a un niño con rabia y no recibió el tratamiento adecuado, muriendo varios días después.


Con la muerte de Severo Encarnación, la rabia humana, se ha llevado dos vidas este año, porque en enero murió un niño en el hospital Robert Read Cabral, afectado del mismo mal.


El incremento de los casos de rabia llena de preocupación a médicos especialistas, quienes demandan una rápida acción de las autoridades de Salud.


El doctor Jesús Feris Iglesias, epidemiólogo e infectólogo, sostiene que hay que llamar la atención de las autoridades, porque ya la situación se torna alarmante.


Explicó que por muchos en la República Dominicana no se registraban muertes por rabia humana.


Sin embargo el pasado año se confirmaron cuatro muertes y según Ferris iglesias pudieron ser seis, porque hay otros dos casos sospechosos.


Explicó que esto ocurre por que no se tomaron medidas a tiempo y refirió las estadísticas que indican que en el año 2007 se registraron unos 69 casos de rabia en animales y el 2008 esta cifra aumento a 286, lo que según el especialista, es alarmante y debió tomarse en cuenta por las autoridades.


Para el médico es preocupante también que los casos ocurran en niño y adulto y que se produzcan muertes por la falta de atenciones a las personas que son mordidos por un animal.

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